El Teatre Lliure

Tras la dimisión de Lluís Pasqual, es elegido por primera vez en concurso público y abierto Juan Carlos Martel Bayod. En la dirección del teatro desde el 1 de febrero de 2019, el Teatre Lliure hace hincapié en cuatro ámbitos de actuación: la escena, la cultura, la educación y la sociedad mediante una programación teatral atenta a la creatividad escénica híbrida, la aparición de espacios de debate de temáticas y especialistas de ámbitos no teatrales, la creación de un programa educativo específico para llevar las artes escénicas a las escuelas e institutos, y la creación de sinergias con entidades culturales o del tercer sector, tanto en los escenarios como fuera.

De aquí nacen contextos como Katharsis, la Escola de pensament, El Lliure del futur, las Ayudas a la creación Carlota Soldevila y, a raíz de la pandemia de la COVID-19, la Sala online del Teatre Lliure, con las programaciones del Lliure al sofá, Teatre radiofònic y Clàssics per a criatures.

Entre los espectáculos, destacan las dos versiones de Les tres germanes de Anton Chéjov dirigidas una por Susanne Kennedy y la otra por Julio Manrique, El quadern daurat de Doris Lessing, adaptado y dirigido por Carlota Subirós, Bonus Track de Carol López o La nostra parcel·la, de Lara Díaz Quintanilla.

2011/2018

El periodo de dirección de Àlex Rigola se autolimitó a dos mandatos. Pasado este periodo, se volvió a ofrecer la dirección a Lluís Pasqual, director escénico y miembro fundador del Teatre Lliure, el teatro resulta un centro de creación de primer orden, dispuesto a afrontar las consecuencias de la crisis económica causada por el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Se producen espectáculos de gran formato y aceptación del público, se da voz a jóvenes creadores de todo el Estado, se crea una compañía propia con intérpretes jóvenes, La Kompanyia Lliure, y un ciclo de teatro destinado a los niños, El Lliure dels nens, y se toman también iniciativas de apoyo a los artistas independientes, como el Projecte Aixopluc, o abiertos a nuevas preocupaciones de la escena, como NOSaltres —muestra de teatro inclusivo o el proyecto de cooperación social De Damasc a Idomeni. También se hacen exposiciones relacionadas con grandes figuras vinculadas a la escena. Y se estrechan también los vínculos con la creación italiana/napolitana y argentina, y también con la francesa y la rusa. En el ámbito internacional, el Teatre Lliure deja de formar parte de la Unión de teatros de Europa y entra en la red mitos21 a través de la adhesión personal de Lluís Pasqual.

Este período también comprende la celebración de los 40 años de nacimiento del Lliure, con la reposición del montaje y escenografía de Fabià Puigserver de Les noces de Fígaro, de Caron de Beaumarchais y dirigido ahora por Lluís Homar, y la presentación de una exposición memorialística, entre otros actos. Asimismo, se busca rejuvenecer al público con la iniciativa Agitadors Lliures y dar a conocer las particularidades de las artes escénicas con los talleres para espectadores Els oficis del teatre.

Son de esta época las producciones de In memoriam (la quinta del biberón), de Lluís Pasqual; Àngels a Amèrica, de Tony Kushner dirigida por David Selvas; Moby Dick, un viatge pel teatre, de Herman Melville dirigida por Juan Carlos Martel Bayod; El rei Lear, de William Shakespeare dirigida por Lluís Pasqual; Maria Estuard, de Friedrich von Schiller en versión y dirección Sergi Belbel; Ivan i els gossos, de Hattie Naylor dirigida por Pau Carrió; L’onada, de Ignacio García May dirigida por Marc Montserrat Drukker, y Els feréstecs, de Carlo Goldoni, dirigida por Lluís Pasqual, entre muchas otras.

2003/2011

Tras la súbita muerte de Josep Montanyès, se ofrece la dirección a Lluís Pasqual, que finalmente se retira, y el Lliure emprende un nuevo rumbo bajo la dirección de Àlex Rigola. Las responsabilidades de programación se comparten por primera vez con la creación del EDA (Equip de Direcció Artística), con Joan Ollé, que pronto cede su lugar y es substituido por Xavier Albertí, Guillem-Jordi Graells, Narcís Puig, Carlota Subirós y, posteriormente, Salvador Sunyer. En este periodo se apuesta por la creación contemporánea europea y americana, influenciada especialmente por las corrientes alemanas de la Schaubühne y la Volskbühne y por la escena alternativa argentina.

Es un período de expansión y consolidación como centro de creación en Montjuïc, durante el cual se reforma y se vuelve a abrir también la sala de Gracia. Se establece una compañía estable de intérpretes y las producciones del Lliure hacen gira por el Estado, por Europa e incluso por otros continentes. Asimismo, el Lliure exhibe producciones internacionales de primera fila que permiten conocer directamente los nuevos modelos escénicos. Se pone especial atención a los creadores que trabajan en los márgenes de la teatralidad, con la creación del ciclo Radicals Lliure, en el que se asume también el papel de dinamizador en relación con las redes de programación de espectáculos. Se establecen también las residencias artísticas, en reconocimiento a creadores como Carles Santos o Cesc Gelabert, y la colaboración con el Institut del Teatre con el programa d’Assaigs Oberts para graduados en dirección escénica. Por otro lado, se clausura la Orquestra de Cambra Teatre Lliure.

En el ámbito interno, se inicia la digitalización de los materiales documentales del teatro, se establecen otras formas de relacionarse con el público y los medios, marcadas también por los nuevos canales digitales (web y redes), y se fomentan los coloquios como otras formas de debate y de interrelación entre artistas y público. El EDA publica la revista DDT, una colección de textos teóricos de teatro y danza, destinada también a fomentar esta intersección de conocimiento.

Destacan las producciones Gata sobre teulada de zinc calenta, de Tennessee Williams, dirigida por Àlex Rigola; Dues dones que ballen, de Josep Maria Benet, dirigida por Xavier Albertí; Rock'n'roll, de Tom Stoppard, dirigida por Àlex Rigola; American Buffalo, de David Mamet dirigida por Julio Manrique; 2666, de Roberto Bolaño dirigida por Àlex Rigola; La meua filla soc jo, de Carles Santos; Un matrimoni de Boston, de David Mamet dirigida por Josep Maria Mestres; Els estiuejants, de Máximo Gorki dirigida por Carlota Subirós; L’oncle Vània, de Anton Chéjov, dirigida por Joan Ollé i Santa Joana dels Escorxadors, de Bertolt Brecht, dirigida por Àlex Rigola, entre muchas otras.

2001/2002

El 22 de noviembre de 2001 se inaugura la sede de Montjuïc con el estreno de la ópera L’adéu de Lucrècia Borja de Carles Santos. El proyecto ha sido finalmente posible gracias al trabajo y el esfuerzo del director del teatro Josep Montanyès en el acuerdo de financiación ordinaria entre el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Ministerio de Cultura, así como en la aportación específica del Ministerio de Fomento para las obras de la nueva sede.

Se abre así, definitivamente, la etapa de crecimiento y consolidación del Lliure como centro de creación de nivel europeo, con unos equipamientos de vanguardia que permiten un trabajo óptimo siguiendo la tradición artesanal del teatro. El período inicial, sin embargo, se ha visto abreviado debido a la muerte repentina de Montanyès, un año después de su inauguración.

De esta primera temporada con Montjuïc en funcionamiento son las producciones Suzuki I i II, de Aleksei Xipenko dirigida por Àlex Rigola; Víctor o els nens al poder, de Roger Vitrac dirigida por Joan Ollé; Cara de foc, de Marius von Mayenburg dirigida por Carme Portaceli, y Ronda de mort a Sinera, de Salvador Espriu dirigida por Ricard Salvat, entre otras.

1995/2001

La dirección del teatro pasa en estos años de manos de Lluís Homar a la codirección de Guillem-Jordi Graells y Lluís Pasqual y, finalmente, de Josep Montanyès. Se concreta la expansión y consolidación del Lliure, que en 1996 cumple 20 años. Los proyectos iniciales se han hecho mayores y, siguiendo el legado de Fabià Puigserver, Montanyès tiene un papel primordial a la hora de sacar adelante el proyecto de una nueva sede en el antiguo Palau de l’Agricultura de Montjuïc. Montanyès gestiona e impulsa las obras, lidera en este propósito a la Fundación y a las compañías y artistas asociados.

Son años de pactos, obras y transformaciones, en los que la Orquestra de Cambra Teatre Lliure cumple 10 años, se organiza una exposición en homenaje a Fabià Puigserver (la UTE ya había montado una en el Centro Pompidou de París), se estrenan producciones propias de gran formato en otros teatros y se hacen giras nacionales y europeas, tanto de teatro como de musicales.
El compromiso del Teatre Lliure se hace patente también en el liderazgo del proyecto de creación de la Ciutat del Teatre, del que es comisionado Lluís Pasqual; comisionado adjunto, Antoni Dalmau; gerente, Josep Montanyès, y secretario, Josep Maria Socias Humbert.

Son los años de Els bandits, de Friedrich Schiller dirigida por Lluís Homar (Mercat de les Flors); Els temps i l’habitació, de Botho Strauss, dirigida por Lluís Homar (Teatre Romea); Company, de Stephen Sondheim y George Furth dirigida por Calixto Bieito y Lluís Vidal (Mercat de les Flors y TNC); Amfitrió, de Molière dirigida por Calixto Bieito; La pantera imperial, de Carles Santos; Tot esperant Godot, de Samuel Beckett dirigida por Lluís Pasqual, o L’hort dels cirerers, de Anton Chéjov, dirigida por Lluís Pasqual.

1987/1994

El Teatre Lliure ha cumplido 10 años y proyecta la estabilidad que ya se ha ganado como teatro y como compañía en la posibilidad de establecerse en otra sede. Para ello es necesaria una nueva entidad jurídica, distinta de la sociedad cooperativa que ha sido hasta ahora, y se establece como fundación privada, bajo la presidencia de Antoni Dalmau. En estos planes de futuro se proyecta primero su establecimiento en la plaza de toros de Les Arenes y, finalmente, en el Palau de l’Agricultura de Montjuïc.

En la nueva sede se quieren incluir nuevas necesidades: hacer producciones propias de gran formato, coproducciones, dar voz a la dramaturgia nacional catalana, hacer teatro joven, ampliar las producciones de música y danza, producir actividades pedagógicas y actividades paralelas, construir un fondo documental, hacer publicaciones, distribuir espectáculos y atender al público y a los profesionales en sentido amplio.

El Lliure también logra prestigio internacional y se convierte en uno de los miembros fundadores de la UTE, la Unión de Teatros de Europa.

Fabià Puigserver, artífice de la renovación, muere de SIDA el 31 de julio de 1991, y le sucede en la dirección artística Lluís Pasqual (desde el Théâtre de l’Odéon de París, que dirige en este momento). La gestión en Barcelona corre a cargo de Josep Montanyès y Guillem-Jordi Graells, como directores adjuntos. En 1992, Lluís Homar asume la dirección por un período estable de dos trienios.

Durante esta etapa se estrenan La bona persona del Sezuan, de Bertolt Brecht, Les noces de Fígaro, de Caron de Beaumarchais y Terra Baixa, de Àngel Guimerà, dirigidas por Fabià Puigserver; El manuscrit d’Ali Bei, de Josep Maria Benet i Jornet dirigida por Josep Montanyès, Maria Estuard, de Friedrich Schiller, dirigida por Josep Montanyès; Timon d’Atenes, de William Shakespeare, dirigida por Ariel García Valdés; Dansa d’agost, de Brian Friel, dirigida por Pere Planella; Lorenzaccio, Lorenzaccio, de Alfred de Musset, Capvespre al jardí, de Ramon Gomis, y Roberto Zucco, de Bernard-Marie Koltès, dirigidas por Lluís Pasqual, entre otras.

1975/1986

La etapa fundacional del Teatre Lliure, inaugurado el 2 de diciembre de 1976, corresponde al inicio de la transición política tras el franquismo. Su creación responde al anhelo de libertad, de reconstrucción cultural y de innovación de la sociedad del momento.

Unas aspiraciones que quedan recogidas tanto en el nombre del teatro, Lliure, como en la manera de concebir el espacio escénico, la relación con el público y la misma expresión artística.

El director y escenógrafo Fabià Puigserver, forjado en las escuelas de arte polacas debido al exilio familiar, aglutina un grupo de artistas jóvenes que tienen muchas ganas de hacer un teatro diferente del establecido. Inspirados por el modelo italiano del Piccolo Teatro de Milán y también por el modelo francés, el Lliure quiere hacer “un teatro de arte para todos” con una compañía estable y profesional, en un espacio polivalente que rompe las distancias con el espectador, y en lengua catalana. Este teatro de arte debe hacer conocer las grandes piezas del repertorio teatral europeo y dar voz a los autores contemporáneos del país en el ámbito de las artes escénicas.

Se crea así la Orquestra de Cambra Teatre Lliure bajo la dirección de Josep Pons, y se incorporan puntualmente directores externos como Carme Portaceli, Albert Boadella, Jordi Mesalles o Carlos Gandolfo.

Son de esta época montajes emblemáticos como Camí de nit, 1854, dirigido por Lluís Pasqual; Ascensió i caiguda de la ciutat de Mahagonny, de Bertolt Brecht y Kurt Weill dirigido por Fabià Puigserver y Carles Santos; La cacatua verda, de Arthur Schnitzler dirigido por Pere Planella; Leonci i Lena, de Georg Büchner dirigido por Lluís Pasqual; La bella Helena, de Peter Hacks, dirigido por Pere Planella; El balcó, de Jean Genet, dirigido por Lluís Pasqual; Operació Ubú, a partir de Alfred Jarry, dirigido por Albert Boadella; L’Hèroe, de Santiago Rusiñol, dirigido por Fabià Puigserver, y las primeras propuestas coreográficas y plásticas de Cesc Gelabert y Frederic Amat.